Resiliencia en tiempos de crisis: Historia de superación y recuperación en la pandemia


UN REPORTAJE HECHO POR GABRIEL BERNAL Y SAMIRA COLPAERT

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MIS AMIGAS ANA Y MÍA.

UNA CRÓNICA BASADA EN HECHOS DE LA VIDA REAL DE UNA CHICA QUE SE ENCONTRO CON ESTAS "AMIGAS" QUE PARECÍAN BUENAS PERO SOLO ARRUINARON SU DÍA Y A DÍA

Una soledad que llego a inicios del 2020 que en muchos casos trajo a las mencionadas amigas Ana y Mía, amigas que parecían buenas, pero poco a poco te consumen, piensas que no eres lo suficiente, haces comparaciones innecesarias y sobre todo acaban vidas. Pero no hablo de personas, hablo de estas enfermedades mentales que han estado consumiendo vidas: Anorexia y Bulimia. Contaré la historia de una chica que en la actualidad tiene 19 años, por temas de privacidad no quiere que su nombre salga en esta crónica, por lo que la llamaremos Dayana. Dayana, una estudiante exitosa de la carrera de diseño gráfico que desde niña sentía como estas enfermedades mentales estaban dentro pero no se hacían visibles, en 2019 empezó a dar señales de depresión y ansiedad, pero esto llegó más allá de lo que ella imaginaba en la pandemia Covid-19.


FUENTE:https://www.lagacetasalta.com.ar/nota/140172/actualidad/reaperturas-regresos-cuarentena.html

12 de marzo de 2020

¡Hola diario!, hoy me siento muy feliz y aliviada, tengo dos semanas de vacación, aprovecharé de dormir hasta tarde y ver mucha tele, extrañaré a mis amigas, pero la verdad me da flojera tener que ir a clases, sé que esto pronto pasará.

Los primeros días fueron bastante llevaderos, me dieron tareas, pero aun así tuve tiempo de ver la tele y divertirme, cuando las dos semanas se convirtieron en un mes, fue ahí cuando comencé a desesperarme.

Yo no estaba acostumbrada a la tecnología, ignoraba los grandes alcances que pudiera tener, comencé a pasar clases virtuales, lo cual era de mi agrado porque podía entrar desde mi cuarto o simplemente quedarme en pijama haciendo otras cosas, mi mamá también comenzó su trabajo en casa. Nuestra convivencia al principio fue tranquila, esta era la primera vez que pasábamos tanto tiempo en casa juntas, teníamos un día a la semana para hacer las compras y de vez en cuando veíamos a mi abuela que vivía cerca nuestro.


9 de mayo de 2020

Diario, te vuelvo a escribir, ya pasaron más de dos meses de encierro, cada vez me siento más agobiada, no salgo de mi habitación, me siento sola, veo a mi alrededor y solo hay esas mismas cuatro paredes con esa granventana que apenas entra la luz del día.

Los días se hacen cada vez más largos y las horas más lentas, a veces me da una tristeza, que ni yo misma logro describir el porqué, escucho a mi mamá desde la sala trabajar y a veces ver películas ella sola, pero yo no tengo ganas de ir con ella, solo quiero dormir.

Mis días transcurrían en el mismo cuarto, de tanto aburrimiento encontré refugió en la comida, no tenía un control, llegué al punto que me escondían la comida para no caer en la gula.

Mi celular se volvió mi mejor compañero, en el yo encontraba información y entretenimiento, fue una forma de desestresarme, pero al mismo tiempo se convirtió en mi tortura.

Por alguna razón comencé a ver aspectos en mí que yo pasaba por alto, desde muy joven fui blanco fácil de críticas, pero simplemente no le daba importancia, comencé a compararme y a ver “cómo era yo realmente”, esto me causo más tristeza y dolor, con 16 años verme al espejo, con unos kilos demás por el sedentarismo y el abuso de la comida, creo en mí, una inseguridad que yo no tenía.

En mi desesperación comencé a ver y buscar formas de bajar de peso, como resultado tuve: las famosas dietas coreanas, calorías, ejercicios, ayunos y también a Ana y Mia.


30 de junio de 2020

Diarioooo, soy yo de nuevo, vengo con la novedad de que me propuse bajar de peso, tengo nuevos métodos que me ayudaran, empiezo hoy con 60 Kl, hasta la próxima.

Así fue como empecé una vida “saludable”, al principio, comía más ligero, de a poco empecé con los ejercicios, empecé a ver cambios pequeños, me hicieron que quiera más.

Ese vacío, seguía en mí, pero intentaba controlarlo, me adecué al encierro y seguí con mi meta de bajar de peso. Hacia ejercicio en la sala de mi casa, corría en círculos alrededor de mis sofás, de vez en cuando dormía en las tardes, ahora ya no tenía tiempo para eso, lo extraño de esto, fue cuando seguía sin sentirme conforme conmigo misma.


02 de septiembre de 2020

Paso mucho tiempo desde que te escribo, diario, logre llegar a 57kl pero comenzó una ansiedad extraña, ahora solo tengo que comer ciertos alimentos porque siento que perderé todo el proceso.

Yo cursaba 5 de secundaria, me preparaba para mi último año, la universidad era otro tema que me producía ansiedad y estrés.

Así llego fin de año, soy una persona que disfrutaba de comer, pero esta vez se me hizo más difícil, por las ideas erróneas que mi cabeza había creado acerca de la comida, pasaron las fiestas y al fin un nuevo año, nuevas oportunidades.


01 de enero de 2021

El primer día del año y me causa ansiedad saber que terminare una etapa importante en mi vida, pasaron cosas buenas, tuve una reunión con mis amigas y la verdad fue muy divertido, pero hubo algo que no me gusto y fue la hora de comer.

Todo mi último año de secundaria, lo seguí pasando virtualmente, lo cual me aliviaba porque podía controlar mis horas de comida, en mi celular tenia instaladas varias aplicaciones, que te median calorías, te decían cuando comer, empecé a hacer ayuno, mi última comida era a las 17:00 hasta el día siguiente a las 9:00. Busqué recetas adelgazantes, nuevos ejercicios y descubrí más métodos, poco a poco esto se había convertido en una obsesión en mí.

Mi mama ya había vuelto a trabajar, ella no se dio cuenta de esta obsesión, más bien a ella le gustaba porque estaba en la misma línea que yo, todo el día lo pasaba sola, escuchaba música, estudiaba y hacia ejercicios.



10 de marzo de 2021

Querido diario, he estado viendo nuevas formas de bajar de peso y llegar a mi meta que son 49 kilos, así como las cantantes coreanas e influencers de tiktok, me da miedo intentarlo, pero sé que no me pesará nada, yo lo tengo controlado.

Sin darme cuenta empecé a caer en un pozo sin salida, dejaba de comer por largas horas, hacia ejercicio excesivo, contaba cada caloría que comía, media mi muñeca para que no llegue a ser más grande que mis dedos, media mi cintura y extremidades con una cinta métrica, anote cada comida, me tomaba fotos constantes en el espejo, comparándome, con un ridículo, antes y después, al cabo de 5 meses logre llegar a los 47 kilos, pero, aun así, no era feliz.

Mis días se basaban en verme al espejo, comer menos, tenerle pavor a la comida, deje todo tipo de aceites y azúcares, le tenía temor, deje de salir a citas con mi familia y amigos por no comer demás, buscaba y buscaba videos de nuevas dietas.

Verme al espejo se convirtió en una tortura, cada día tenía que pasar por el mismo pasillo de mi casa, donde hay un espejo que es más o menos a mi altura, veía mis imperfecciones y me seguía viendo como antes, adquirí una dismorfia corporal, lo único que podía hacer, era ir a mi cama y llorar porque sentía que estaba arruinando mi vida.

20 de octubre de 2021

Hola… estos meses fueron más complicados, no puedo parar, me aterra subir un kilo, sigo en el mismo peso y quiero bajar más.

Me siento muy sola, aunque tenga muchas personas, sigo con el mismo vació, me siento perdida y sin ánimos, mis deseos de 11:11 los cambie a un “quiero ser más flaca”, lleve todo esto a una obsesión, pero buscar ayuda solo hará que los demás se enteren y me obliguen a hacer cosas que no quiero.

Así fue mi año hasta fiestas de 2021, donde fue la peor época, mostraba una sonrisa para que no se preocupen, pero por dentro, tenía ataques de ansiedad y seguía esa tristeza, porque yo en el fondo era consiente de todo lo que me hacía, lloraba para no comer, inventaba enfermedades, múltiples veces me purgue e intente vomitar. Llegue al punto de odiarme y dejar de verme con amor.


Enero de 2022

¿Me fui a pesar y que crees? Peso 45 kilos¡¡¡¡ tengo que ir por más

Mi primer año de universidad, pasaron dos años desde cuarentena, este tiempo no fue fácil para mí, sigue sin serlo, pero intento motivarme para seguir adelante, aunque a veces siento que solo quiero desaparecer de este mundo.

Mi familia comienza a sospechar, recibo comentarios como: “estas muy flaca”, “estas flaquita, seguro luego de desarrollarás”, “estas adelgazando ya demasiado”, “ estas bien”,” te ves enferma”, estos comentarios me llenaban de felicidad, porque antes lo único que recibía era: “ tu pareces el 0 y tu primo el 1”, “ bájale a la comida”, “pareces señora”, “ tu mamá se ve mas linda que tu” y escuchar estas nuevas críticas llenaba mi cabeza de querer más.

Me miraba en el espejo y solo me veía igual que antes, aunque se notaban mis costillas y mis pantalones me quedaban grandes. Y así pasaron los meses, mi consuelo fue que me iba bien en la universidad, conocí muchas personas buenas, me alejé de algunas, pero también me uní a otras.

Yo seguía callando todo el martirio que estaba pasando, algunos ya se daban cuenta, pero llego un momento que me sentí tan desgastada física y mentalmente que decidí pedir ayuda a mi mamá.

10 de mayo de 2022

Hoy es mi primer día en la psicóloga, espero me ayude algo, no quiero decirle todo porque se que avisará a mi familia y ellos me obligarán a comer más. Me gusta salir a caminar y poder ver a mi al rededor y a la gente, mi barbijo se volvió mi fiel compañero, el me ayuda a esconderme.

Mis primeras dos sesiones con la psicóloga fueran bastante buenas, me ayudo con mis cuadros de ansiedad y me dio tips para cuando esto pase, respecto al cuadro de depresión en el que estaba, me permitía hablar y llorara si era necesario, para poder liberarme de todo por lo que pase yo sola desde la cuarentena.

Me gustaba ir, pero yo no era del todo sincera…

En el pasado abril yo había iniciado una relación sentimental, lo cual me hizo sentir un poco mejor, antes yo tenia la tonta idea que “tener un novio era salir a comer y eso significa, engordar”.

Después de todo, a principios de junio decidí, darme un descanso y luchar contra estas amigas que eran Ana y Mia, ellas y yo nos volvimos inseparables, primero conocí a Ana y luego a Mia. Esos días comí, pero por ansiedad, con el pensamiento de luego hacer un ayuno, purgarme o vomitar, estuve comiendo compulsivamente, así por unas semanas.

Ya en vacaciones, tuve un viaje donde no aguante más y explote, todo empezó porque como de costumbre, me cambiaba de ropa para ir a comer con mis papás, ya que era un lugar cálido significa poder usar ropa más ligera, eso era una tortura para mí, los viajes no eran gratos, se debería disfrutar y comer, ¡¡pero eso era una pesadilla!!

Al verme al espejo solo pude llorar, mi mamá me escucho y no supo que hacer, yo solo pude contarle todo y explicarle por lo que estaba pasando, ella solo me abrazo y me dijo que lograríamos salir de esta, juntas.

Al volver del viaje en mi desesperación fui a pesarme, el papel me mostraba 53 kilos, de 45 a 56 era una gran diferencia, fui a dos maquinas para pesarme y salían lo mismo.

En ese momento por muy tonto que parezca, me subí al mini y comencé a llorar, me sentía decepcionada conmigo misma, justo me dirigía con mi psicóloga, donde no aguante y le conté todo, ella solo me escucho, me paso unos paños que estaban a lado de su silla y me pregunto:

¿Intentaste hacerte daño alguna vez?

A lo que respondí que no, pero si lo había pensado.

Me miro- pasaste por una anorexia nerviosa y ahora estas entrando a una bulimia, por eso comes compulsivamente, te mandare con el psiquiatra, el podrá recetarte pastillas, pero tendrás que volver acá


01 de julio de 2022

Diario, hola… me he estado sintiendo mejor, mi familia y mi pareja ya están al tanto de lo que me pasa, mi mamá comenzó a desayunar conmigo y controlar lo que como, mi novio me da ánimos y me apoya, mi abue siempre esta conmigo cuando la necesito. Me pone nerviosa saber que ahora estoy medicada, pero el apoyo de todos me hizo querer mejorar.

Fui al psiquiatra, él me pidió estudios médicos y luego me receto pastillas antidepresivas, sus nombres eran: fluoxetina y ansiolíticos. Por precaución, para evitar la dependencia a las pastillas, solo tome la fluoxetina todas las mañanas antes de desayunar.

En mi curiosidad comencé a buscar información sobre la pastilla, en sus efectos secundarios decía que adelgazaba, eso fue una sorpresa, pero a la vez un alivio, yo creía que los medicamentos engordaban o tenia calorías, aun recuerdo cuando busque las calorías de un jarabe que me recetaron para la tos, hasta incluso del agua, porsiacaso.

Estuve con el medicamento mes y medio, pero no me dio mejoría, me sentía peor, mi mamá y mi novio me dijeron que lo dejará porque me daría una “felicidad falsa” y que yo podría salir adelante, así es como baje las dosis gradualmente, para no tener un efecto rebote.

Al dejarlas por completo, yo sentía que no tenía mejoría, me sentía peor, una tristeza inundaba mis sentido me sentía despreciable , porque ahora comía más, eso me hacia verme al espejo y deprimirme, a escondidas seguí con mi ayuno e incluso intenté vomitar, pero era peor, tenía más y más culpa.




27 de agosto de 2022

Diario, estoy muy feliz, hoy llego a mi casa una nueva integrante de la familia, mi perrita, me hace muy feliz, me sentiré acompañada.

Poco a poco fui dándome cuenta que estaba destruyendo mi vida yo misma, tenía todo, una familia, mi pareja, amigos y mi perrita, me hizo querer comenzar a vivir. Me fui reconstruyendo, empecé a quererme y disfrutar de los pequeños momentos de mi vida, me sentía querida y esto me hizo querer estar bien.

Hoy en día, sigue estando presente, pero puedo controlarlo, hay días buenos y malos, pero es monstro interno que siempre estará ahí, pero que ya no es mi preocupación principal.

La cuarentena me trajo cosas malas, como pasar por todo ese proceso que ya les conté, fue difícil esta sola y adaptarme a una nueva forma de vida, me hizo daño tanto física y mentalmente, quebranto mi estabilidad emocional, pero siempre hay una luz al final del túnel, puedo decir que Ana y mía dejaron de ser mis mejores amigas.


Una representación del día a día de una chica que empieza a tener síntomas de depresión durante la pandemia pero al mismo tiempo tiene un refugio que es el K-POP. Cada viernes se reunen en la plaza camacho para poder bailar, hacer amigos y amigas, en algunos casos un escape de la realidad. De 7 chicas con las que hablamos sobre el tema de TCA, las 7 nos dijeron que sí estaban muy informadas sobre el tema e incluso pasaron por esta enfermedad mental que se potencio en la cuarentena COVID-19.

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Snow Covered Mountain

Candela conoce el mundo

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